The Glass Bottom Boat (Una sirena sospechosa, 1966)


Director: Frank Tashlin
Production: Martin Melcher & Everett Freeman (Metro Goldwyn Mayer)
Screenplay: Everett Freeman
Starring: Doris Day - Rod Taylor - Arthur Godfrey - John McGiver - Paul Lynde
Filmed in 1966 - Premiered on 9-VI-1966 - 110 min.

Now that we have other directors like Brad Bird or Andrew Adamson going from animation to live-action features, it is advisable to remember Frank Tashlin's very interesting work, he who was the first of those who, having begun as cartoonist in the thirties, ended his career as a successful comedy director. His style, being a Daffy Duck cartoon or a full-lenght film with Jerry Lewis, was based on a frantic editing, a varied and proper use of the framing, a certain anarchy and a delirious use of the most physical and extreme gag, all of it on display on this film, his ante-penultimate one and the first of the two spies' comedies filmed with a mature Doris Day, also close to conclude her career as actress. Everything that is bad in Tashlin's is in here, from an excess of facial gesticulations, the inclusion of superfluous scenes (Day's musical solo, nice to see and excellently directed, though completely out of place) or the abuse of 'Mickey Mousing' to remark the scenes by the synchronization of music and image. But there is also all what is good and original in him, from the improvised -because it looks like it- duet between Day and Arthur Godfrey, his father in fiction and then a television star, to an excellent handling of the actors -Rod Taylor was never better in a comedy-, the colors and the sets, up to a marvelous narrative rhythm that never decreases it.
Ahora que vemos a otros directores como Brad Bird o Andrew Adamson dando el salto desde el mundo de la animación, conviene recordar la muy interesante obra de Frank Tashlin, el primero de aquellos que, habiendo empezado como dibujante y animador de cartoons en la década de los treinta, terminara su carrera como un exitoso director de comedias. Su estilo, ya fuese un dibujo animado con el Pato Lucas o un largometraje con Jerry Lewis, se basaba en un montaje frenético, un variado y acertado uso del encuadre, una cierta anarquía narrativa y una delirante utilización del chiste más físico y extremo, todo ello visible en ésta, su antepenúltima película y la primera de las dos comedias de espías que filmó con una madura Doris Day, cerca también de finiquitar su carrera como actriz. Todo lo malo de Tashlin está en ella, desde el exceso de las gesticulaciones faciales, la inclusión de escenas supérfluas (el solo musical de Day, agradable de ver y excelentemente dirigido, pero totalmente ajeno al resto de la película) o el abuso del 'Mickey Mousing' para remarcar las escenas mediante la sincronización de la música con la imagen. Pero también todo lo bueno y original, desde el improvisado -porque lo parece- dueto entre Day y Arthur Godfrey, su padre en la ficción y por entonces una estrella de la televisión, pasando por un excelente manejo de los actores -Rod Taylor nunca estuvo mejor en una comedia-, los colores y los decorados, hasta un estupendo ritmo narrativo que no decrece en ningún momento.

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